Por José Luis de la Calva
(JALALABAD, Afganistán).- Un asesino suicida hizo estallar su carga explosiva contra un convoy de sijs e hindúes que iba a una reunión con el presidente de Afganistán, en la ciudad de Jalalabad, provocando la muerte de 19 personas y alrededor de 20 heridas.
Diecisiete de los 19 muertos y 10 de los heridos son de la comunidad sij e hindú, que es minoría en el país, informó el portavoz del hospital de la provincia de Nangarhar, Inamullah Miakhail, donde son atendidos los heridos.
Narendr Singh, una de las personas que resultó heridas en el ataque, comentó a The Associated Press, por teléfono, desde su cama de hospital en Jalalabad, que el ataque iba dirigido contra su convoy. Comenzó a llorar y dijo que le preocupa lo que le haya sucedido a su padre, Avtar Singh Khalsa, quien también estaba en el grupo.
Miakhail confirmó que Khalsa, líder de la comunidad sij y quien tenía planeado postularse para las elecciones parlamentarias programadas para octubre, murió en el ataque.
Varios negocios y vehículos se incendiaron como resultado del ataque, informó Attahullah Khogyani, portavoz del gobernador de la provincia.
El jefe de la policía de Nangarhar, general Ghulam Sanayee Stanekzai, dijo que el hombre atacó al grupo cuando iba rumbo al recinto del gobernador. Tenía planeado reunirse con el presidente Ashraf Ghani, quien se encontraba de visita en la región el domingo.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato el ataque, pero los talibanes y filiales del grupo Estado Islámico, tienen una presencia activa en la provincia.
Los sijs y los hindúes han sufrido durante mucho tiempo una discriminación generalizada en el país musulmán conservador y han sido atacados por extremistas del Estado Islámico. La comunidad era de más de 80,000 personas en la década de 1970, pero hoy en día apenas quedan 1,000 en Afganistán.